Cada año en el cuarto domingo de Pascua tenemos una versión del evangelio del Buen Pastor. Nosotros estamos acostumbrados a esta imagen para Jesús. Pero, no lo eera el caso en aquel tiempo. La mayoría de los pastores en esa época eran truhánes que no podían conseguir empleo respetable. Su única meta era poner unas monedas en sus bolsas. Por tantp, la comparación a los fariseos.
Como el Buen Pastor, Jesús está más intersado con
nuestro bienestar, no de su propio. Con la actitud egocéntrica de nuestra sociedad, lo es difícil a veces a comprender este hecho. Esta es la razón que cada domingo nos recordamos en la profesión de fe, "que por nosotros, y por nuestra salvación bajó del cielo." Durante la celebración de Tiempo Pascual, con esperanza, lo recordemos y fortalezcamos nuestro propósito a seguir Cristo con más fidelidad.